29 marzo 2025

Prisionero del mar (1957)

 






Hoy cumple 86 años Terence Hill, y aunque llevo semanas que no me encuentro bien y apenas veo películas me parecía un buen momento para hacer un esfuerzo y hacerle un homenaje.

Uno de mis ídolos cinematográficos de infancia, junto a Bud Spencer, que formaron esa versión italiana (aunque americanizada) de El Gordo y El Flaco y cuyas películas seguramente sean de las que más veces he visto en mi vida.

Justo hoy cumple la ya respetable cifra de 86 años, edad con la que murió Bud Spencer, diez años mayor que él, aunque espero que el buen aspecto físico que siempre ha lucido, incluso en su último y gran importante papel, en la serie Don Mateo, le permitan vivir en buenas condiciones unos cuantos años más.

Nacido como Mario Girotti, en Venecia, cambió su nombre al de Terence Hill en 1967, justo cuando rodó su primera película con Bud Spencer (Tú perdonas, yo no). No sé si Bud Spencer también lo hizo para tal ocasión.

Le pidieron que escogiera un nombre anglosajón más comercial. Le dieron 20 nombre y 24 horas para elegir y eligió Terence Hill porque era el que mejor le sonaba y porque además las iniciales coincidían con el nombre de su madre, Hildegard Thieme, de origen alemán (de ahí su apariencia poco italiana).

A su mujer, también de origen alemán, con la que también se casó en 1967 (un año que sin duda le cambió la vida), la conoció durante un rodaje en Almería, mismo sitio en el conoció a su otra pareja de vida, Bud Spencer.

Empezó su carrera de actor con 12 años, cuando Bud Spencer seguramente todavía fuera deportista profesional. Antes de su éxito junto a Bud Spencer trabajó en algunas películas importantes como Aníbal (1959) y sobre todo El Gatopardo (1963). También trabajó en varias de las películas de la saga alemana de Winnetou, entiendo que su ascendencia germana le ayudó a ello, ya que hablaba el idioma sin problema.

Como he dicho antes la primera de sus 18 colaboraciones con Bud Spencer fue el Spaghetti Western, Tú perdonas, yo no. Sus primeras películas fueron todas de este género, luego siguió Los cuatro truhanes, con la presencia de un importante Eli Wallach, aunque no eran habituales los actores famosos o importantes en sus películas, para después llegar su, posiblemente, película más famosa (aunque a mi no son las que más me gustan), Le llamaban Trinidad, y su posterior secuela Le seguían llamando Trinidad.

Su primera película de puñetazos fuera del Spaghetti Western fue Más fuerte muchachos, a la que luego siguieron Y si no nos enfadamos (rodada en Madrid), Dos misioneros, Dos superpolicías, Par e Impar, Estoy con los hipopótamos o Quien tiene un amigo tiene un tesoro, entre otras, mezclando ambientes de ciudad con otros alejados de la misma.

Curiosamente, durante el intervalo que duró su binomio cinematográfico, Bud Spencer rodó en solitario varias películas del mismo estilo, pero sin Terence Hill, como por ejemplo tres títulos muy significativos como Puños fuera, Banana Joe y Bombardero, y en cambio de Terence Hill no recuerdo ninguna en la que él hiciera un papel en solitario similar al de las películas que hacían juntos.


El actor protagonista en esta película, Yves Montand (del que creo que es la primera película que veo), tenía una característica similar a la de Terence Hill. Era italiano de nacimiento (Ivo Livi), o italo-francés, pero tomó un nombre artístico francés. Además de actor era cantante, de hecho lo descubrió Edith Piaf y lo contrató para su compañía, siendo además su pareja sentimental por un tiempo, aunque Montand se casaría después (1951) con la actriz francesa Simon Signoret para el resto de su vida (ella se murió antes que él), aunque se dice que tuvo un romance en 1960 con Marylin Monroe mientras filmaban El Multimillonario.

Aquí hace un papel muy interesante, con la inestimable ayuda de una magnífica voz de doblaje. Junto a él, la actriz italiana Alida Valli, no la más importante, pero si una de las muchas que tuvieron tanta importancia en Hollywood. Ella, de la década de los veinte, como Gina Lollobrigida, aunque la más mayor de todas era Anna Magnani.

Tanto Montand como Valli eran de 1921, curiosamente Terence Hill y la otra actriz femenina protagonista eran de 1939. Pero esta Federica Ranchi, coetánea por ejemplo de Claudia Cardinale, que aprovechando la ola de las actrices italianas podría haberse hecho también un nombre, quedó en el anonimato, ni siquiera tiene fotografía en el perfil de IMDb.

Lo curioso de la película es encontrarse a Paco Rabal entre el reparto, aunque realmente fue uno de nuestros actores más internacionales, principalmente en películas francesas e italianas. Aquí, curiosamente interpreta al padre del personaje de Terence Hill, cuando realmente solo se llevaban 13 años. Eso sí, no sé si naturales o artificiales, con solo 31 años aparece con canas en la escena.


La película me llamó la atención, además de por ver uno de los primeros papeles de Terence Hill (solo tenía 18 años), por la supuesta ambientación en la Costa Dálmata, en el Mar Adriático, en Croacia. Y es que es uno de los viajes que más me gustó de los no muchos que he hecho en mi vida.

Aunque si alguien espera ver una excelsa fotografía quizás se sienta un poco decepcionado. De hecho, hay pocos fotogramas que te hagan identificar claramente aquella zona, pero no obstante el lugar de rodaje entre esas islas del Adriático es bastante idílico.

Y acudí a esta película por este motivo, y finalmente me quedo con el muy original e intersante guión que me encontré. Creo que los guionistas actuales se podían fijar en películas como ésta como fuente de inspiración.

El ambiente de pescadores no es muy habitual en el mundo del cine, y en concreto las características de pesca aquí expuestas son muy ingeniosas para articular una intersante película.

Pero además es una película que intenta retratar las costumbres locales, el arraigo y las tradiciones transmitidas de generación en generación, siendo además muy interesante la relación entre el padre con cada uno de sus tres hijos, y como cada uno de ellos tiene una percepción y una valoración y admiración diferente hacia su progenitor.









Valoración:                            7/10













14 marzo 2025

Lío en Río (1984)

 







Pues Michael Caine llega este día a los 92 años, y como me parece un gran actor y que además me gustan papeles o películas suyas, creo que era un buen momento para hacerle un homenaje.

Michael Caine era nombre artístico, el cual tomó de la película El Motín del Caine (1954), en la que no participó el actor que le sirvió de inspiración y que era su ídolo cinematográfico, Humprey Bogart. Su película favorita es El tercer hombre (1949), en la que tampoco aparecía Bogart.

Aunque tenga tanta edad quizás la mayoría lo asociamos a personajes ya adultos, incluso entrados en los 50 años, y no a películas clásicas. Aunque claro, ya no queda nadie prácticamente que podamos asociar a esa época dorada de Hollywood o películas clásicas, Eva Marie Saint y poco más.

Antes de actuar, trabajó como oficinista, en un almacén de té y hacía pasteles para Lyons.

Una vez dijo que supo que había triunfado como actor cuando empezó a recibir guiones para leer que ya no tenían manchas de café (lo que significa que era la primera opción para ese papel).

Es curioso como muchos actores pasan por adicciones serias, y en cambio consiguen vivir luego muchos años. A lo largo de la década de 1960, según sus propias estimaciones, bebía dos botellas de vodka y fumaba al menos ochenta cigarrillos al día. Dejó de fumar cigarrillos tras un severo sermón de Tony Curtis en una fiesta en 1971, y finalmente dejó de fumar puros poco antes de cumplir 70 años en 2003.

Formó junto a sus contemporáneos Roger Moore y Sean Connery un trío de actores británicos sobresaliente. Los tres mantenían una buena amistad. De hecho fue considerado para aparecer en una película de James Bond, papel que popularizó a Moore y Connery, pero finalmente nunca apareció. Eso sí, fue el primero en escuchar la banda sonora de James Bond contra Goldfinger (1964), ya que por aquella época estaba viviendo en la casa del compositor John Barry al estar sin un céntimo en los bolsillos, que cuando acabó de componer dicha banda sonora se la tocó en persona.

Durante más de cuarenta años, la madre de Caine, Ellen Maria Burchell, visitó periódicamente a un "primo" en un hospital psiquiátrico. Cuando ella falleció en 1989, Caine se enteró de que el primo era en realidad su hermano mayor, David.


Ha sido nominado al Oscar al menos una vez en cinco décadas consecutivas (1960-2000). De los seis artistas que han ganado el Óscar por sus actuaciones en películas dirigidas por Woody Allen, él es el único hombre. Las demás son Diane Keaton, Dianne Wiest (dos veces), Mira Sorvino, Penélope Cruz y Cate Blanchett .

Educando a Rita (1983) es su película favorita y la actuación de la que se siente más orgulloso. En cambio afirmó que las peores películas que hizo fueron El mago (1968), El enjambre (1978) y Ébano (1979). Las dos primeras me gustan, la tercera es la que barajaba para ver hoy como homenaje junto con ésta que finalmente he visto.

Se rumoreaba que no se llevaba bien con Steven Seagal durante el rodaje de En tierra peligrosa (1994). Ha declarado que, si bien se llevaban bien, odiaba filmar en Alaska, e incluso bromeó diciendo que "En tierra mortal" era un título acertado. Curiosamente su "pareja" en esta película, Michelle Johnson es nacida en Alaska.

No aprendió a conducir hasta que cumplió los 50. Caine contó que, cuando era desconocido, no podía permitirse clases de conducir, y que después el estudio de cine siempre le proporcionaba un coche con chófer. Siempre que aparecía conduciendo en las películas, iba en un remolque.

Es propietario de siete restaurantes: seis en Londres y uno en Miami. Se mudó a Estados Unidos en 1979 después de quejarse de que el 90 por ciento de lo que ganaba iba al gobierno. En 2016 aparecía como uno de los diez actores que más dinero había ganado en la historia.

Aunque muchos lo asociarán seguro a su época final por sus papeles en El Caballero Oscuro (2008) u Origen (2010), tiene muchas películas interesantes mucho antes que éstas. Además con todo tipo de géneros, aventuras, bélicas, dramas, acción ... y quizás lo que menos comedias como ésta. Para mi siempre será John Colby, "del West Ham y de la selección inglesa" como dice el personaje de Max Von Sidow en Evasión o victoria (1981).


Recuerdo que esta película, Lío en Río, la pasaban en la televisión cuando yo era niño, pero ese recuerdo igual se remonta 30 años atrás, así que aunque no es una película para nada desconocida, por lo menos para los que ya tenemos una edad, si creo que lo será para toda la gente que sea más joven que yo, a no ser los muy seguidores de Michael Caine o Demi Moore, que se hayan tomado la molestia de buscarla o comprarla para verla.

No sé como era la situación en Río de Janeiro en 1984 (a día de hoy puede que se haya complicado), pero seguramente era un destino turístico puntero en el mundo, pero mucho menos utilizado como escenario de películas.

Hay películas de la época en Ibiza, Montecarlo, Saint Tropez, Acapulco ... o algunos destinos más pequeños y exclusivos en la Costa italiana o francesa, como Portofino, Capri o Cannes, pero no había reparado en la presencia de Río de Janeiro en el cine, más allá del pasaje que aparece en Moonraker (1979), pero no en una película de comedia de corte vacacional.

La verdad que siempre me pareció una ciudad atrayente, y cuando aparecen las imágenes aéreas de presentación de la ciudad (que me resulta familiar por un puzzle que tengo desde niño, con la Playa de Botafogo y el Pan de Azúcar), con sus dos emblemas, el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, uno se queda impresionado por la belleza de su ubicación. Disfruté mucho con los JJ.OO. de Río de Janeiro.


El famoso director Stanley Donen, responsable de títulos como Cantando bajo la lluvia (1952), Charada (1963), Arabesco (1964) o Dos en la carretera (1967), lideró el proyecto (éste fue su último largometraje), y se llevó el rodaje a Río de Janeiro, nada de utilizar tomas de fotografía, a pesar de que eso le supuso bastantes problemas burocráticos.

Es curioso como la película narra las peripecias de dos amigos, uno en proceso de divorcio, y el otro con una pequeña crisis matrimonial, en donde su mujer le está engañando precisamente con ese amigo. Stanley Donen estaba casado en ese momento con la actriz Yvette Mimieux, y como si fuera premonitorio, se divorciaron muy poco tiempo después.

Aunque Michael Caine y Michelle Johnson actúan con aparente normalidad y profesionalidad, acompañados de un guión interesante y unos diálogos muy ocurrentes, Caine estaba molesto durante el rodaje, y es que no le gustaban las escenas de desnudos y de hecho él tenía claro que nunca aparecería en una película que le exigiera un desnudo completo (trasero estendemos).

Por otro lado, durante el rodaje, Michelle Johnson, en su debut cinematográfico, todavía no tenía mayoría de edad, y hubo que pedir consentimiento a sus padres para que apareciera desnuda. Donen estaba buscando una actriz joven, guapa, enérgica y extrovertida, que no tuviera reparos en desnudarse, y como no encontraba a nadie que le convenciera, le dio la oportunidad a Johnson, que ganó el papel entre 300 candidatas.

No obstante, Michelle Johnson contaba que estaba muy nerviosa en estas escenas, ya que si no se concentraba y metía en el papel completamente, no dejaba de estar desnuda delante de gran parte del equipo de rodaje, la mayoría masculinos, así que en cuanto acababa alguna escena de desnudez se ponía una bata y salía corriendo a su camerino o habitación.

Michelle Johnson dijo que en parte accedió a realizar estos desnudos porque le parecía una manera de representar a la ciudad de Río de Janeiro.

La actriz protagonista dijo que ni siquiera sabía quién era Michael Caine cuando la invitaron a la audición. "Fue muy vergonzoso", dijo en una entrevista tras el estreno de la película. "Así que llamé a una amiga mayor que yo. Va mucho al cine. Y me dijo: 'Ah, ese es el de Kung Fu'. Lo estaba confundiendo con David Carradine. Fui inmediatamente a ver Alfie (1966), El hombre que pudo reinar (1975) y La huella (1972). Estaba muy nerviosa en la audición, sobre todo después de ver esas películas".

Supongo que a día de hoy cualquier chico jóven tampoco sabrá quien es Michael Caine, ni mucho menos Michelle Johnson, tal vez si Demi Moore.


Demi Moore, que tampoco llevaba mucho tiempo en el mundo del cine, queda totalmente eclipsada por Michelle Johnson en esta película. Lo sorprendente es la trayectoria que tomaron sus carreras después. Cuando todo parecía indicar que Johnson caminaría hacia el estrellato y Moore tendría una carrera más secundaria y anónima, la lógica se invirtió, y mientras Demi Moore se convirtió en una actriz muy importante (también en parte por su matrimonio con Bruce Willis), la carrera de Michelle Johnson no despegó nunca y casi ésta sea su película más importante y representativa.

Lo que resulta curioso es que unos años después de esta película Demi Moore decidiera hacerse un incremento de pecho, como si tuviera envidia de Michelle Johnson y quedar relegada a un papel secundario, y a raíz de esa característica física relanzó su carrera cinematográfica, con películas tan absolutamente mediocres, en mi opinión, como Striptease (1996).

Creo que es una película divertida, dinámica, diferente, con un guión interesante y unos diálogos ingeniosos y graciosos que generan situaciones embarazosas pero entretenidas y que te hará pasar un rato distendido y esbozar una sonrisa, acompañado todo ello por una interesante banda sonora, que por otra parte me ha sido imposible encontrar.









Valoración:                                6/10












04 marzo 2025

El carnaval de las bestias (1980)

 





Buscando entre mis películas alguna que incluyera la palabra carnaval en el título, di con una interesante Carnaval de Ladrones (1967), con un actor que me gusta mucho como Stephen Boyd, y que supuestamente está ambientada, no sé si rodada, en Pamplona, pero era una versión original con subtítulos y me cuesta, prefiero una en español.

Así que la alternativa fue ésta película española, o coproducción hispano-japonesa (hay algunos actores japoneses necesarios para la trama, y vuelve a aparecer el Buda sentado de Kamakura, como recientemente en Siete Noches en Japón), de la mano de uno de los grandes olvidados del cine español, como Paul Naschy. Él, junto con Jesús Franco (o Jess Franco, su sobrenombre muchas veces), fueron quizás más importantes y reconocidos fuera de España que aquí, y habitualmente con películas diferentes al estándar español.

Naschy, aquí también director, fue un actor especializado principalmente en el cine de terror, posiblemente no de la calidad que el americano, pero no estaríamos desencaminados ni sería una comparación absurda si decimos que podía ser el equivalente español a los Vincent Price, Peter Cushing o Christopher Lee, ya que como éstos era un todoterreno del género de terror.

Con un aspecto fornido, había hecho carrera inicialmente como levantador de pesas y luchador profesional, no tenía quizás el aspecto más habitual de un actor, pero si el talento suficiente para ello, y además dotar al cine español con un registro poco habitual y necesario.

En esta película su personaje se llama Bruno, que es el nombre que le puso a su hijo, y el nombre de un cantante español de la época, Bruno Lomas, al que le encuentro cierto parecido. No obstante ni el actor ni el cantante se llamaban así realmente, Paul Naschy nació como Jacinto Molina Álvarez, mientras Bruno Lomas como Emilio Baldoví Menéndez.

Soprende nada más empezar la película escuchar a su personaje con una de las voces más famosas de doblaje en España, y es que en las versiones originales de sus películas, incluso en las dirigidas por él mismo, su voz fue casi siempre doblada por actores profesionales de doblaje, con mayor frecuencia José Guardiola o Simón Ramírez. Un caso poco frecuente en el que utilizó su propia voz fue en La noche del ejecutor (1992).


Interpretó varias veces el personaje de hombre lobo, con el nombre de Waldemar Daninsky. Al respecto de ello decía "Sencillamente, soy yo. La lástima es que no puedo convertirme en un hombre lobo en la vida real. Con demasiada frecuencia me gustaría hacerlo. Es evidente que en las obras de cada hombre hay mucho de su verdadero yo. Al igual que Waldemar, yo también he sido dejado de lado y malinterpretado. He pasado toda mi vida nadando contra la corriente."

Paul Naschy resulta ser el mayor actor del cine de terror de la Europa continental con su personaje clásico, el inolvidable Waldemar Daninsky. Fue actor, guionista y director de diversas películas sobre el personaje basado en el personaje ficticio, el conde polaco Waldemar Daninsky. La primera película sobre Waldemar fue La marca del hombre lobo (1967) de Enrique Eguiluz, después La noche de Walpurgis, La furia del hombre lobo, El doctor Jekill y el hombre lobo, El regreso de Walpurgis, El aullido del diablo, La bestia y la espada mágica (1982) que se filma en Japón y por último Licantropo (1998). Después de El antojo fue tal desastre de taquilla que Naschy se declaró en quiebra. Se vio obligado a acudir a Japón para realizar documentales de artistas, y obtuvo financiación de productores japoneses para ésta, la primera coproducción hispano-japonesa y a la que siguió La bestia y la espada mágica. Ambas están  producidas bajo los estándares habituales de Paul Naschy.


Nos encontramos ante una película rural española, diferente, interesante, sin mucho que envidiar a ciertas películas de terror americanas o británicas, porque el guión es sólido, intersante y novedoso con respecto a lo que yo he visto.

El terreno elegido para el rodaje bien podría pertenecer a la sierra de Guadarrama e incluso el pueblo que se ven en una toma de fotografía ser el de Lozoya, ya que Naschy era madrileño y el terreno se presta perfectamente para esta película.

No hay actores excesivamente conocidos entre el reparto, algunos pueden sonar vagabamente, sin que por ello desentonen en su personaje. Luis Ciges o Paloma Hurtado, una de las famosas hermanas del Un, dos, tres, son los más familiares.

La película, aunque pudiera parecer un slasher típico de los años 80, más que de terror a mi me parece un auténtico misterio. Van sucediendo cosas, a veces un poco confusas o inconexas debido a la excesiva utilización de flashbacks (recurso que no me gusta nada), muchas de ellas no se muestran totalmente para mantener el misterio y aunque uno cree saber por donde va la trama, el giro final es fantástico y sorprenderá a todos, siendo para mi ingenioso, diferencial, inesperado y poniendo un fantástico fin a la película.

La película nos transmite dos lemas, el primero que no se puede confiar en nadie y que el hombre siempre está dispuesto a aprovecharse de su prójimo, y que las apariencias engañan, y en este caso como un criminal y dos bellas jóvenes invierten sus papeles ya que la confianza de una parte en la otra le hizo bajar la guardia y no ver venir el peligro.

¡Probad un poco de este guiso de terror español!









Valoración:                          6/10